lunes, 10 de diciembre de 2012

Día de records


Se disputó la decimoquinta jornada de liga en la primera división del fútbol español durante el pasado fin de semana.

Lo más destacado fue un record goleador, concretamente el de Leo Messi que con los dos goles del domingo ante el Betis suma ochentaicinco este año y bate así la anterior marca de goles en tan solo doce meses en posesión del alemán Gerd Muller. Uno a dos fue el resultado final, en un partido donde me atrevería a decir que fue superior al conjunto verdiblanco que llegó a tirar tres balones a los palos de la portería defendida por Víctor Valdés.

La otra marca histórica fue la del colombiano Radamel “Falcao” que le hizo cinco tantos a un pobre Deportivo que terminó encajando un set. No recordaba semejante cifra goleadora en un partido desde que Fernando Morientes le metiera también cinco a Las Palmas. Seis a cero para los colchoneros fue el resultado final, con una defensa deportivista de circunstancias, con dos juveniles en el centro, Roderik y Pablo Insua que debutaba en el once de partida del equipo coruñés, tocándole bailar con la más fea.

El resto de la jornada nos dejó una victoria del Real Madrid sobre el Valladolid en el estadio José Zorrilla. Hasta dos veces consiguió ponerse por el conjunto castellano, en dos jugadas a balón parado y que están siendo el auténtico talón de Aquiles del Madrid esta campaña. En la primera de ellas el pasado sábado hasta tres jugadores pudieron marcar el gol, finalmente lo conseguiría el angoleño Manucho a bocajarro, el segundo también fue obra del delantero centro africano, en el gol más fácil que seguramente habrá conseguido en toda su carrera, siendo espectador de excepción Sergio Ramos que se encontró en estado vegetativo a lo largo del partido. Eso sí, despertó en la rueda de prensa para volver a quejarse del arbitraje. No recuerdo ninguna queja suya en la jornada anterior cuando le escupió a Diego Costa y tendría que haber sido duramente sancionado.

Otro partido en donde hubo quejas contra el árbitro, fue en el disputado en la noche del viernes en el estadio de Cornellá, entre Español y Sevilla. Aquí el trencilla Muñiz Fernández (el engominado) decidió inventarse el reglamento. En una falta favorable al conjunto hispalense al borde del área local, ordenó efectuar el lanzamiento, acto seguido se quedó mirando no sé muy bien que cosa mientras José Antonio Reyes lanzaba sobre la meta españolista. Sorpresivamente se acercó a dicho jugador y le sacó una tarjeta amarilla (era la segunda) a partir de ahí reinó el desconcierto total. Este hombre no puede volver a dirigir un partido de fútbol en ninguna categoría, son muchas las veces que la ha liado gorda y la suerte que tuvo fue que se encontró con Michel que es una persona educada, de haber sido algún otro estaríamos hablando de este espectáculo de aquí a final de temporada.


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