No hay peor cuña que la de la misma madera

Se disputó la decimo cuarta jornada de liga durante el pasado fin de semana, el partido más interesante de jornada fue el derbi madrileño disputado en el Santiago Bernabéu.

Cuando le pongo a este partido el calificativo de interesante, lo digo porque eso es lo que era en un principio, el enfrentamiento sobresaliente de la jornada, aunque luego resultase ser un auténtico bodrio, tal fue que estoy completamente seguro de que se divirtieron más los espectadores de cualquier partido de Segunda división B, que los noventa mil que se dieron cita en el Bernabéu el pasado sábado. El encuentro lo salvó un magistral lanzamiento de falta por fin de Cristiano Ronaldo y ahí se terminó lo que se daba, el segundo y tercero de la liga no fueron capaces de dar cuatro pases seguidos ni por equivocación. La ironía es que con la victoria del Madrid por dos a cero, la liga queda prácticamente sentenciada a favor del Barcelona, a pesar de que todavía queda más de media liga.

Todo lo contrario fue el partido del Nou Camp, entre el Barcelona y Athletic de Bilbao con victoria local por cinco por tantos a uno, un partido en el que rayó la perfección el conjunto dirigido por Tito Vilanova que cada vez se va pareciendo más al de estos últimos años e incluso sus números son todavía superiores si cabe a los de Guardiola. Aunque el juego no estaba siendo tan bueno hasta el momento, ahora mismo ha recobrado la velocidad en la circulación de balón de antaño, incluso se ven lanzamientos de larga distancia lo que ayuda a la fluidez del juego interior barcelonista, a los contrarios ya no les sirve con juntarse todos atrás y esperar una contra que en ocasiones daba buenos dividendos a los equipos contrarios, véase como ejemplo el partido del Getafe la temporada pasada en el Coliseo Alfonso Pérez.

Esta jornada nos dejó la segunda destitución en un banquillo de esta temporada, fue la de Mauricio Pellegrino en el Valencia, tras la derrota del sábado por dos tantos a cinco ante la Real Sociedad, en un partido donde los locales terminaron con diez por la agresión de Jonas a Zurutuza. Hasta ese momento el marcador era favorable a los locales por un gol a cero, aunque todo sea dicho era en lo único que se mostraba superior el cuadro valencianista, de hecho el mejor del partido estaba siendo el portero local Diego Alves. A partir de ahí fueron cayendo los goles del lado visitante y también la pitada de Mestalla en contra del entrenador, jugadores y palco presidencial, finalmente se rompió la cuerda por el lado más flojo y Pelligrino fue destituido casi en pleno fragor de la batalla. Durante la tarde del lunes nombraron a Ernesto Valverde como nuevo inquilino del banquillo valencianista, con el difícil reto de meter nuevamente a este equipo en la próxima champions.

Lo más destacado de la tarde del domingo fue el partido de Riazor entre Deportivo y Betis con victoria visitante por dos goles a tres. Dicen que no hay peor cuña que la de la misma madera y eso debieron pensar todos los que acudieron el pasado domingo a ver este partido. El autor de los dos primeros goles del conjunto bético fue Rubén Castro, jugador que perteneció durante siete temporadas al conjunto coruñés, pero que siempre fue cedido a otros equipos por qué no convencía a los entonces técnicos Miguel Ángel Lotina y Joaquín Caparros, siempre triunfó en todos los equipos en donde estuvo tanto en primera como en segunda división, con unas cifras goleadoras que rondaban los quince goles todas las temporadas, por eso es sorprendente que no gozara de una oportunidad en la ciudad herculina. Pero nada, ya está Bodipo  para hacer olvidar ese pequeño error sin importancia.